Las Áreas Verdes Urbanas: su funcionalidad ecosocial

30.11.2018

"No tendremos una sociedad si destruimos el medio ambiente" 

(Margaret Mead)

Las áreas verdes urbanas son componentes principales en la estructura e integración de la vida social como lugares de encuentro, de esparcimiento y bienestar social. Además, contribuyen en la oxigenación de la atmósfera mejorando así la calidad del aire, regulan las temperaturas y humedad, disminuyen la velocidad del viento, regulan las inundaciones manteniendo la permeabilidad del suelo y la capacidad de filtración (Nowak, D. J., Dwyer, J. F., & Childs, G. 1997). En efecto, la apropiada disponibilidad, distribución y accesibilidad de la población hacia las áreas verdes contribuye a mejorar la calidad ambiental y la vida urbana.

Sin embargo, existe una tendencia a encontrar territorios que poseen un fuerte desequilibrio en la distribución y disponibilidad de las áreas verdes públicas en relación al crecimiento urbano que poseen. El uso del suelo para urbanizar carece de normativas que regulen la distribución y disponibilidad de las áreas verdes, lo que va generando problemáticas que impiden el desarrollo de ciudades sostenibles.  

Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que para obtener una mejor calidad de vida urbana, las ciudades deben contar con un mínimo de 9 m² de áreas verdes por habitante, mientras que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) indica se debe contar con una superficie de áreas verdes de 12 m² por habitante. No obstante, no sólo se debe tomar en cuenta la cantidad de áreas verdes que debe haber por habitante, sino que también se debe analizar la distribución espacial y equitativa de las áreas verdes, la accesibilidad y proximidad que existe entre estas áreas y la población, que permitan generar un diagnóstico de la situación actual que presentan las áreas verdes urbanas. 


¿Qué son las áreas verdes?

Las áreas verdes, según el autor Ceballos, W. (1997), son aquellas áreas destinadas a ser parte de la urbanización de la ciudad, para proporcionar goce visual, esparcimiento y bienestar a sus habitantes. Por ende, es el lugar de encuentro de las personas sin importar la edad, el sector social o nivel socioeconómico, que permite la aproximación a un entorno con naturaleza y equipamientos recreativos y contemplación. La buena calidad de estos lugares permite ofrecer a la sociedad un elemento de equidad e igualdad de alcance inmediato (Márquez, F. 2010). 


Beneficios sociales y ambientales 

Influencia de las áreas verdes en la calidad del aire

Las masas vegetales eliminan la contaminación de gases del aire a partir de la absorción a través de los estomas de las hojas. Una vez dentro de la planta, los gases se difunden dentro de los espacios intercelulares y pueden ser absorbidos por películas de agua para formar ácidos o reaccionar en las superficies internas de las hojas (Smith, 1990). Las plantas absorben gases como el CO2 a una tasa anual de 6 a 10 toneladas por hectárea y generan 12 a 20 toneladas de oxígeno al año por hectárea de más vegetal homologable a un bosque natural (CONAMA, 2002). 

Atenuación del ruido

Una masa forestal de 30 metros de ancho permite mitigar ruidos en un rango que oscila entre 5 y 10 decibeles (dBA) (Coder, 1996; Sorensen et al, 1998). En términos medio, una cortina forestal de 30 metros de ancho puede reducir los ruidos alrededor de 6 a 8 dBA; en ciertos casos particulares se cita incluso disminuciones mayores de hasta 16 dBA para cortinas construidas con coníferas densamente pobladas (Ballester-Olmos, 1993). En el caso de ruidos emitidos por vehículos, una franja de árboles de 20 metros logra una atenuación equivalente a 2 kilómetros de terreno desnudo (Martínez-Añazco, 2004). 

Hidrología urbana

Al interceptar y retener o disminuir el flujo de la precipitación pluvial que llega al suelo, los árboles urbanos (conjuntamente con los suelos) pueden jugar una importante función en los procesos hidrológicos urbanos. Pueden reducir la velocidad y volumen de la escorrentía de una tormenta, los daños por inundaciones, los costos de tratamiento de agua de lluvia y los problemas de calidad del agua. 

Regulación térmica y modificaciones macro microclimáticas 

Las áreas verdes poseen una influencia sobre el clima en un rango de escalas, desde un árbol individual hasta un bosque urbano en el área urbana completa. Al transpirar agua, alterar las velocidades del viento, sombrear superficies y modificar el almacenamiento e intercambio de calor entre las superficies urbanas, las masas vegetales afectan al clima local y el uso de la energía en edificios, el confort térmico humano y la calidad del aire. 

Recreación, estética y satisfacción social

 Las áreas verdes contribuyen a satisfacer las necesidades básicas de energía, alimentos y roles ligados a las funciones de intercambio y reencuentro social, proporcionando cuadros de juegos para niños, ambiente de reposo e intercambio para adultos y jóvenes. Actualmente, se ha visto la necesidad de poseer lugares de encuentro para manifestaciones de la vida comunitaria de los barrios; es así como plazas y áreas verdes en general surgen como los espacios ideales para juegos, manifestaciones públicas, ferias, exposiciones, e incluso como lugares de reflexión o aislamiento. 

Mercado y plusvalía

La áreas verdes urbanas han sido reconocidas progresivamente, como importantes estructuras incrementadoras de la calidad global de la vida humana, ya que poseen un impacto ecológico y estético significativo sobre la población de las ciudades. A pesar de los beneficios de las áreas verdes urbanas, el crecimiento poblacional es una amenaza debido al uso de esas localidades para nuevos edificios y caminos. En consecuencia, la tendencia en muchas ciudades es de considerar a las áreas verdes como sitios potenciales para la construcción (Nilsson et al, 1997). 


Fotogalería


Las fotografías fueron tomadas en la localidad de Placilla de Peñuelas y forman parte del Seminario de Título "Estudio de equidad espacial en las áreas verdes públicas de Placilla de Peñuelas, Comuna de Valparaíso" (Autores: Iván Cantero y Carolina Pinares)

Las áreas verdes están en peligro

El progreso y desarrollo de las ciudades han traído consigo sus males y consecuencias. Entre ellos, el crecimiento desproporcionado de las estructuras de cemento, y que dejó de lado la importancia de conservar las áreas verdes que constituyen los pulmones de la ciudad. 

A mediados de los años 50 se inició la depredación inescrupulosa de las zonas forestales para dar paso a grandes infraestructuras habitacionales en el que se han convertido hoy las ciudades, como por ejemplo, el caso de Placilla de Peñuelas en la comuna de Valparaíso. 

Son muchos los factores que impiden mantener las áreas verdes en perfecto estado. Entre ellos encontramos el abastecimiento insuficiente de agua, la falta de instalaciones para riego y deterioro de las mismas y la falta de equipamientos adecuados para su conservación. Pero lo más importante es la falta de conciencia y educación ambiental de la población para su participación real en la conservación de las áreas verdes. 

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